Un total de 316 jóvenes han participado este año en las distintas acciones que forman parte del Plan Integral de Cualificación y Empleo (PICE) que organiza la Cámara de Comercio de Málaga con el respaldo del Fondo Social Europeo y que cuenta con la colaboración de la Asociación Arrabal-AID, que se encargaba de impartir los distintos cursos para mejorar la empleabilidad de los jóvenes.
El programa ha estado operativo de marzo a diciembre, teniendo como objetivo principal incrementar el nivel de empleabilidad de los jóvenes de entre 16 y 29 años que, por diversas circunstancias, no estaban cursando ningún estudio reglado ni tampoco disfrutaban de un contrato de trabajo. Su participación en el PICE permitía a los y las participantes mejorar su formación en un campo específico y adquirir conocimientos en diferentes materias transversales. Todo para enfocar con nuevas perspectivas su situación actual y adquirir las herramientas necesarias en la búsqueda de empleo, poniéndolos de esta manera de nuevo en contacto con el mercado laboral.
De los 316 participantes, un total de 263 personas completaron los dos niveles formativos: la parte troncal y la específica, siendo su inserción laboral la causa principal de la no finalización de todo el ciclo. Los cursos transversales están formados por módulos de inglés, competencias digitales y empleabilidad hasta alcanzar las 65 horas lectivas mientras que los cursos específicos se centran en un oficio concreto al que se acercaban de una forma innovadora y eminentemente práctica durante 120 horas. En total, se han realizado 18 formaciones profesionales siendo las más demandadas las de Auxiliar de Comercio, Mozo de Almacén, Operaciones básicas de Restaurante-Bar, Ayudante de Cocina, Monitor de Ocio y Tiempo Libre, Educación Infantil e Imagen Personal. En todas ellas se proporcionaba a la persona conocimientos, habilidades y competencias fundamentales para el correcto desempeño de esa ocupación.
Otro dato importante es la influencia del PICE para favorecer el retorno educativo de la población joven. Así, casi 60 jóvenes han decidido continuar con su formación reglada tras su participación en estos cursos, “donde han podido identificar y definir mejor su objetivo profesional” según palabras de Esther Gaona, responsable del programa en la Asociación Arrabal-AID, quien valora como los jóvenes “se dan cuenta que ampliar conocimientos les permite optar a trabajos mejores con mayor retribución”. Las últimas formaciones terminaron el 13 de diciembre, por lo que gran parte de jóvenes están ahora en búsqueda activa de empleo con las nuevas herramientas y conocimientos adquiridos, lo que seguro dará fruto en muy corto plazo de tiempo.
Cabe destacar también cómo en esta edición aumentó significativamente hasta rozar el 50 por ciento el número de jóvenes en situación de riesgo de exclusión. Y es que muchos jóvenes procedían de centros de menores o de familias vulnerables, poniendo de relieve las mayores dificultades de acceso al mercado laboral de las personas en situación de riesgo de exclusión.